Fobia a rendir exámenes

Fobia a rendir exámenes



El miedo antes de rendir un examen debe ser unos de las sensaciones más prevalentes en el mundo estudiantil, tanto a nivel secundario y terciario. ¿Quién no experimento ese sentimiento previo a dar un examen? El que diga que no, que tire la primera piedra.

Taquicardia, palpitaciones, dolor abdominal, diarrea, vomitos, cefalea, angustia, lipotimia, insomnio, disnea, etcétera; son los síntomas y signos más frecuentes en la previa del examen. Los mismos pueden arrancar desde apenas unos minutos antes, pero no es raro que empiecen los días precedentes.

Medicina no escapa a la regla. Este síndrome parece que se exacerba más en los exámenes orales. Por ejemplo, es muy habitual que para el examen Final de Anatomía, citen a los alumnos muy temprano, primero deben pasar un examen escrito y luego el formato oral. Desde que citan a los alumnos hasta que terminan de rendir pueden pasar horas, muchas. Al mismo tiempo, escuchan los temas que tomaron a los ya evaluados, se enteran de quienes aprobaron y de quienes no. Todo esto genera que la angustia se exalte. Aparecen las típicas inseguridades: “me van a bochar”, “no sé nada”, “esto no lo estudie”.

Por suerte todos pasamos por esto y la mayoría salimos ilesos. Se podría considerar estas situaciones como normales, pero en determinadas ocasiones y personas, este miedo se vuelve patológico. Es aquí donde aparece la Fobia a rendir. Se puede definir como el miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas, en este caso, los exámenes.
Este trastorno se da igual en hombres y mujeres, y como se dijo anteriormente, el pánico aparece cuando el examen es oral, pero no se descarta si es escrito. Por lo general se tratan de sujetos perfeccionistas, con altos niveles de autoexigencia, casi sin habilidades para mostrarle al profesor, que ellos saben.

Un estudio que se hizo en la Universidad Nacional de Córdoba, demostró que en estos pacientes, el miedo se presenta antes, durante y después de la prueba. Primero aparecen las palpitaciones, la diarrea y el insomnio. Mientras da el examen, son frecuentes las “lagunas mentales”, el sudor y el tartamudeo. Sobre todo si esta cara a cara con el docente, porque el alumno está pendiente de los gestos del profesor y preocupado porque que no se dé cuenta de que está nervioso. Pero esto continua, el post examen consiste en una revaluación del episodio angustiante. El alumno se pregunta si lo hizo mal o se lamenta porque podría haberlo hecho mejor.
Si estos eventos se repiten, la principal consecuencia es el retraso en la carrera, no porque el alumno no sepa, sino por no presentarse a exámenes o por las lagunas mentales durante el mismo que generan el “bochazo”.

Por lo dicho, no es raro encontrar alumnos con tratamiento psicológico y en algunos casos, farmacológico.
Para evitar estos inconvenientes y potenciar la performance del examen, los profesionales dan los siguientes consejos:
1. Llegar descansado. Dormir como mínimo ocho horas y ocupar la noche anterior en actividades para dispersarse.
2. Buscar la manera de relajarse. Los especialistas sugieren que se practique todo el año. Puede ser yoga o técnicas de respiración.
3. Evitar una actitud negativa. “Me va a ir mal” o “Estudié pero no me quedó nada” son premisas que sobreestiman la posibilidad de que salga mal.
4. No dejar todo para último momento. Encarar el examen como un proceso: todos los días, leer los apuntes para tener frescos los contenidos.
5. Darse tiempo para pensar. Si es un oral, detenerse en la pregunta antes de arrancar para organizar el discurso. Si es escrito, leer con detenimiento las preguntas y empezar por las que creemos más fáciles.
6. Se puede hacer un repaso a último momento. Después, hay que evitar el “pasilleo” con otros estudiantes: confunde y hace perder la confianza.

El miedo a rendir es algo frecuente en los pasillos de nuestra facultad y de los hospitales. Hay que tomar esta sensación como parte normal del proceso; pero cuando ya aparecen las características típicas de una fobia, hay que buscar ayuda. Sino lo único que se ganara es un perjuicio, a corto plazo-en la misma prueba- y a largo plazo-“patear” finales, arrepentirse a último momento y retrasarse-.
Hay que disfrutar cada punto de la carrera, el examen no debe ser la excepción.